miércoles, 10 de septiembre de 2014

Entrevista de Miradas al Sur sobre salud pública (segunda parte)


Hace unos días pública la primera parte del reportaje que me hicieron desde Miradas al Sur. En esta parte de la nota pueden conocer más sobre Ramón Carrillo: el principal referente de la salud pública de nuestro país. También hay una descripción de la situación en América Latina, especialmente en Brasil y Venezuela.
Gracias de nuevo a Miradas al Sur!



¿Cómo fue que se empezaron a desarrollar los hospitales públicos en la Argentina?

Efrain Benzaquen: Los primeros hospitales pertenecían a las órdenes religiosas. En 1816, se clausura el Hospital de Santa Catalina y se pasan los pacientes al de Residencia desplazando a los padres betlemitas de la administración. Este hecho constituyó la creación del primer hospital público civil en manos del Estado. Un año antes se había inaugurado el Hospital Militar de Santa Fe. Durante la década de 1840 también se crearon los hospitales de la comunidad británica y francesa. A medida que iba cambiando la concepción de la organización sanitaria las instituciones se fueron transformando. Así la Casa de Niños Expósitos, que se hacía cargo de los niños abandonados, generalmente en casas pudientes y en iglesias, se convierte en luego en hospital en 1905 (actualmente Pedro de Elizalde); la Casa de Aislamiento pasa a ser el Hospital Muñiz, etcétera. Obviamente hay un antes y un después en la historia de la salud pública argentina desde la asunción del peronismo y el nombramiento del Dr. Ramón Carrillo como secretario de Salud en 1946 y elevando la estructura a rango de ministerio y designándolo ministro en 1949.

¿Qué nos puede contar del Dr. Ramón Carrillo?

E.B.: Ramón Carrillo fue a la salud pública lo que Sarmiento fue a la educación. Nació en Añatuya, Santiago del Estero, el 7 de marzo de 1906, y fue compañero de Homero Manzi en la escuela primaria. Eso los vinculó más tarde con el grupo de FORJA, que gestó la expresión más alta del pensamiento nacional desde 1935 hasta la asunción del peronismo al cual se sumaron. La historia de Carrillo es la historia de un héroe y un mártir. Llegó a Buenos Aires en 1924 con sólo 17 años, a los 36 años ya era profesor titular de la Facultad de Medicina, de la que sería decano muy brevemente, luego se convirtió el mejor ministro de Salud de la historia argentina y por último murió perseguido, difamado y abandonado en un lejano paraje de Brasil acosado por terribles dolores físicos y del alma. Fue el más alto defensor de la creación de un sistema público de salud, que aún hoy no tenemos. Durante su gestión (1946-1954) creó más de 240 nuevos centros asistenciales, duplicando el número de camas hospitalarias y llevando la asistencia a los lugares donde antes no existía. Pero por sobre todas las cosas intentó planificar las políticas de salud ordenando los recursos y convenciendo a otros actores para que participen en cuanto les corresponda. Así fue que junto al máximo especialista en paludismo, el Dr. Juan Carlos Alvarado, lograron eliminar este mal del territorio argentino. Ante la falta de apoyo de los médicos tradicionales para su estrategia, Carrillosalía a fumigar en un Jeep. Es importante destacar que tantas innovaciones le valieron hacerse de muchos enemigos poderosos. Con la muerte de Evita, en 1952, pierde a su mejor aliada y posteriormente renuncia en 1954. Para Carrillo la salud era un bien social inseparable del bienestar general, esto lo acercaba a Perón pero no le ahorraba enemigos. Su frase más famosa lo dice todo: “Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, a la angustia y al infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas”. Obviamente esto no era bien visto ni por los que se negaban a distribuir la riqueza ni ante quienes pretendían, y aún pretenden, cercar a la medicina en tecnicismos academicistas de cura de enfermedades.

¿Cómo surgen las obras sociales y qué rol juegan en la salud pública argentina?

Efrain Benzaquen: El modelo es tomado de los Seguros Sociales creados por el canciller alemán Bismarck en 1884. Los obreros alemanes se habían organizado para cubrir económicamente durante algún tiempo a quienes se enfermaban o a la familia en caso de fallecimiento. De forma similar, los sindicatos argentinos, que se fortalecieron enormemente durante el peronismo, fueron creando sus mutuales. La idea de Bismarck fue legislar sobre esto, así se oficializó y reguló el sistema que muchos llaman por su nombre. En Alemania desde 1884 y en Argentina desde 1970 los trabajadores formales y los empleadores de cada rubro sindical aportan parte de sueldo en forma compulsiva para el financiamiento de una obra social que le garantiza acceso a un plan de salud también regulado por leyes del Estado. Esto permitió desarrollar fuertemente lo que denominamos la capacidad instalada de servicios de salud. Por ejemplo Osecac, la obra social de los empleados de comercio y actividades civiles, que con 1.514.892 beneficiarios es la más grande del país, cuenta con 18 centros asistenciales propios con todas las especialidades médicas, 85 centros ambulatorios y 820 consultorios. En nuestro país existen alrededor de 300 obras sociales que dan cobertura médica a diecinueve millones de personas.



¿Esto es diferente a lo que ocurre en otros países de América latina?

E.B: Exactamente, si tomamos los casos de Brasil vamos a ver que ellos lograron legislar lo que conocemos como Sistema Único de Salud (SUS), que en realidad es un sistema integrado. La historia es muy interesante como proceso político. Porque un grupo crítico de intelectuales, ligados a la salud, logró generar liderazgo y consenso social para imponerle, primero a la dictadura y luego al neoliberalismo, el derecho a la salud en la agenda pública, en la Constitución y en las leyes. En 1988 se promulga la nueva Constitución de Brasil y se crea el Sistema Único de Salud (SUS) dando rango constitucional al derecho a la salud y a la obligatoriedad del Estado a garantizarla. En 1990, se reglamenta la Ley Orgánica de la Salud y se establece la participación social en el SUS. En 1997, se impone el Piso de Atención Básica reglamentando transferencias per cápita del nivel federal a los municipios Así fue que se garantizó el financiamiento estatal con gestión descentralizada y control social. Pero la falta de hospitales y consultorios públicos en extensas zonas dificulta su aplicación total y hoy más de 40.000.000 de brasileños pagan su servicio privado. Asimismo el SUS se ve obligado a contratar a prestadores privados para garantizar la cobertura en lugares donde los establecimientos públicos son insuficientes o directamente no existen. Esto último no pasa en Argentina gracias a las obras sociales y, especialmente, a la existencia de Ramón Carrillo y la cultura de lo público que él impuso, sin embargo nos falta avanzar en la unificación e integración del sistema.

¿Qué nos puede contar de lo que pasa con la salud pública en Venezuela?

Efrain Benzaquen: En el año 2010 fui invitado a conocer y estudiar el proceso de transformación que viene realizando la República Bolivariana de Venezuela en el área de salud. Durante un mes tuve la oportunidad de recorrer los barrios, establecimientos sanitarios, hospitales y universidades de Caracas, Maracaibo, la Guajira y los Llanos centrales. Cuando el presidente Hugo Chávez empieza a impulsar la extensión de la cobertura médica gratuita a los más pobres y excluidos entiende la necesidad de llevar profesionales a trabajar a los barrios. Rápidamente encuentra resistencia en la corporación médica y decide convocar a médicos cubanos. Así nace el programa Barrio Adentro, donde llegaron a trabajar más de 25.000 médicos cubanos. Al principio se construían centros de salud en los barrios (lo que en Argentina se denominas villas), pero debido a la “desconfianza” que generaba en algunos vecinos las novedosas instalaciones se empezó con la idea de que los médicos se instalaran como un vecino más. Durante mi recorrido pude visitar a varios profesionales cubanos que vivían en una habitación de la casa de líderes barriales. Por la mañana atendían la demanda que el propio líder barrial ayudaba a organizar y por la tarde visitaban los hogares de quienes los habían consultado y otros donde iban detectando necesidades. Lo lamentable es que la resistencia de la corporación médica fue aumentando y ocurría que las órdenes médicas extendidas por los cubanos eran rechazadas bajo la excusa de que “no tenían matrícula profesional venezolana”. Así una persona no podía comprar los remedios recetados o tenía que esperar en las atestadas filas de las guardias hospitalarias para ser atendidos desde cero. Como respuesta a esto, Chávez decidió doblar la apuesta y así se fue creando todo un nuevo sistema de salud basado en el apoyo cubano. Es importante remarcar que Cuba es reconocida a nivel internacional por contar con los máximos cánones de atención primaria de la salud, siendo quizás el único país del mundo que se acercó a cumplir el postulado de Alma Atta “Salud para todos en el año 2000”. Hoy en día los profesionales cubanos van siendo reemplazados por jóvenes venezolanos que se han ido formando en este nuevo sistema que abarca los tres niveles de atención. Otro punto muy fuerte en Venezuela es en lo relativo a la salud de los pueblos originarios. Entre muchos logros es importe destacar el Proyecto Cacique Nigale, que está formado médicos elegidos por las propias comunidades de los 42 pueblos originarios del territorio venezolano. Además de estudiar la medicina occidental, estudian las de sus antepasados y lo hacen en su lengua original. Es un proyecto genial y sorprendente.

¿Qué cree que nos queda por hacer?

E.B: La clave es la integración hacia adentro y hacia afuera. Tenemos que acelerar la integración regional y a su vez cumplir con el legado de Carrillo haciendo un sistema público que integre y comprometa a los privados y a las obras sociales. Hay que orientarlo a la prevención de enfermedades y a la promoción de la salud. Esto nos puede generar algunos enemigos que sólo ven negocios en el campo de la salud, pero vale la pena dar esa pelea.

Primer parte de la entrevista en el siguiente post.
Nota completa en: Miradas al Sur